Ciudad Lectora
Por una ciudad lectora
La Ciudad de México se consolida como una ciudad histórica, global y cosmopolita que permanentemente aprende, escucha y enseña. Es un espacio donde la lectura es un tema de máxima prioridad, por lo que sus habitantes tienen un promedio de lectura de 5.67 libros leídos al año, siendo la entidad con mayor índice a nivel nacional (2.9). El Gobierno capitalino se ha propuesto alcanzar el promedio de 7.9 libros leídos por año para 2018, lo que la UNESCO establece como mínimo para ser considerada Ciudad Emergente de Lectura en América Latina.
Para lograr lo anterior, la SEDU tiene como misión contribuir, a lo largo de la presente administración, a la formación de lectores activos mediante acciones estratégicas:
- Diluir la idea fuertemente enraizada entre los habitantes de la Ciudad respecto a que “en México casi NO se lee”. Esta creencia inmoviliza y desvaloriza al lector que se lleva dentro porque, aunque se lea, las personas no se asumen como lectores. Contrario a ello, la intención es insertar en la mente de los capitalinos “el orgullo de ser lectores”, explicando que la lectura aporta beneficios individuales profundos como la superación personal, al estimular la imaginación, creatividad, el desarrollo espiritual, la construcción de valores y la sensibilización humana, mientras que en el sentido social, formar lectores es la base fundamental del desarrollo de nuestra ciudad en términos sociales, económicos y culturales.
- Continuar y extender la formación de lectores para garantizar una ciudadanía activa, reflexiva y participativa en el mejoramiento de nuestra ciudad.
- Promover el uso de las bibliotecas electrónicas por la disposición del libro electrónico, la autoedición y redes sociales, instrumentos que quizá ofrecen mayores posibilidades técnicas y creativas.
- Promover que la Biblioteca Pública recupere a los usuarios perdidos. Para ello la Dirección General de Bibliotecas, adscrita a SEDU, está implementando un nuevo concepto que combina las bondades de nuestra época (computadora, Internet, conectividad, libro digital, tableta) con lo clásico de nuestra tradición editorial (libro-objeto, acervo suficiente, novedades, contacto con autores-escritores), sin olvidar renovar el espacio físico para brindar un mejor servicio, integrado a la comunidad, lúdico, digital y, sobre todo, que se comprometa con la formación de lectores activos interconectados a una red de 408 bibliotecas públicas distribuidas en las 16 delegaciones políticas de nuestra ciudad.
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